domingo, 8 de enero de 2012

Algunas imágenes de mi caminar por ésta maravillosa tierra




Exposición La Laguna de Las Sirenas









Exposición "Sirenas en la Pecera"

Espero que vengáis







Y Hermione durante la preparación de las fotografías














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Autorretrato con gata



Hermione con su máscara veneziana





Si deseais seguir mi viaje personal al Reino de 

Arturo y a la
ca Avalón, visitad las 

páginas de este 

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"Camino deAvalon, Páginas 1-2-3 y 4"



La sagrada Colina del Tor (Isla de Avalon) Glastonbury

Carnaval 2013



Una vez más junto a un grupo de amigas todas tan teatreras y celebradoras como yo, tuvimos en casa nuestra cena de carnaval. Guapas y con anntifaces de colores degustamos pequeños manjares, buen vino y champán frances, come il faut. Hubo sesión de retratos muy venecianos  y fué motivo de  encuentro con amigas auténticas y de unas hermosas horas de compartir unas risas y una buena conversación.

Las Brumas  Avalón

































Mi gata Hermione, el único ser que ha logrado domesticarme


La  maravillosa música de Mikael Sapin para acompañar la visita a Avalón


















                                          Hermione y su padre. ¡Qué parecido!

                                            Mensajes de amor


Siempre he admirado a los bomberos, a su valor en silencio, a su dedicación a los demás.

                        Este es un pequeño homenaje para ellos: Buena Gente                                          



Una mascota es para toda la vida no solo para Navidad
Hasta que hayas amado a un animal, una parte de tu alma estará dormida               
                          

Eugenia y Hermy en el balneario

"Eugenia  está hablando  por teléfono con una amiga. Le dice que  tanto la gata como ella están cansadas y agotadas tras dejar  la casa de Marrakech. Y me pregunto, ¿qué es una gata? porque yo también estoy cansada de ver a Eugenia nerviosa y de quedarme sola tantos días por sus viajes. No siempre me lleva, sobre todo si es para pocos días.  O sea que no solo esa gata de la que hablan está agotada, ¡yo también lo estoy! O sea que no hace falta ser gata para cansarse. Bueno, yo soy Hermione y  ahora que todo ha terminado y Eugenia no  tendrá que abandonarme  nunca más, me gustaría dar una fiesta para mis amigos. Porque el mes pasado cumplí cinco años, pero no pude celebrarlo porque estábamos en Marrakech, ¡con lo que me gusta jugar y divertirme con los regalos! Eugenia dice que ya soy mayor para ser tan traviesa, pero no puedo evitar  que me encante cazar, corretear con mis ratones y saltar con las varitas peludas que me compran.  También me gusta el alpinismo, porque subo a todos los armarios que veo, por muy altos que sean. Jugar es algo que he hecho siempre desde que nací, desde que Eugenia me llevó a casa en una cesta. También me gusta comer. Dicen que soy una gourmet, aunque no sé qué significa. Pero esas bolitas tan ricas que a veces alterno con unos guisos de carne a trocitos, están  buenísimas. También me gusta beber en la fregadera el agua fresca del grifo, porque cuando llega al suelo, hace unas figuras muy bonitas y disfruto viendo como se escapa y no se deja atrapar. Y  sobre todo, me gusta mirar desde la ventana como vuelan los pájaros. Hemos puesto redes en ellas para que no me caiga. Dice Eugenia que podría matarme o hacerme mucho daño. Así que sin peligro, me tumbo al sol y veo las nubes y los pájaros, pero desde la ventana no puedo asustarlos como hacía en los árboles de Marrakech. Lo que también hay aquí son esas manchitas negras que vuelan. Son muy pequeñas, porque algunas  pasan a través de la red. Creo que se llaman moscas. A esas las cazo sin problemas. Los pájaros no caben. Aunque a veces siguiendo a una mosca, he roto cosas y me he llevado algún grito. Pero qué voy a hacer si se meten en casa y me gusta perseguirlas y saltar para cogerlas. ¡Los insectos! ¿Se llaman así verdad? No sé qué son los insectos, pero sé que son  cosas diferentes a Eugenia  y a mí. Nosotras debemos de ser golondrinas. A Eu hay amigos que la llaman  así porque siempre está viajando. Y como yo voy con ella, pues ¡ya está!  He comprendido que  también soy una golondrina.
Estos días estoy  un poco triste, pero se me pasará. Es porque ya no podré volver a mi casa con jardín y árboles, de la que tanto me acuerdo. Y Malika ya no me renegará  ni Hayat  me cambiará las piedras con las que me gustaba  hacerla rabiar. Porque nada más limpiarlas las ensuciaba  otra vez, para  que me persiguiera por las escaleras. La vida para mi, es siempre un juego. Tampoco saltaré por mis queridas escaleras ni por ese tejadillo de madera  en el que me gustaba tumbarme al sol. Pero no me importa porque  Eu, mi madre adoptiva dice que está más tranquila y que ahora tenemos que estar con nuestra familia y con nuestros amigos. Pero conociéndola, no creo que estemos mucho tiempo sin viajar. De momento, sé que en septiembre  va a hacer un viaje con mi primo Daniel y luego nos toca ir a la ciudad  que tiene las casas encima del agua. ¡Otra vez la casa que vuela y luego la que se mueve y me marea!
Eugenia habla y habla por teléfono y no me hace caso. A ver si termina, porque tenemos que jugar un poco. Ya he acabado de desayunar pero ¡nada, ni me mira! Le dice  a su amiga que no se puede vivir toda la vida con un gato entre las piernas. Pero ¿qué es eso del gato? ¡Ya me estoy cansando!  ¿No seré yo? Pero no puede ser porque yo soy Hermy. Aunque a mi  también me gusta caminar entre las piernas de Eugenia. Cuando lo hago la noto pegadita, siento su calor  y me siento protegida.  La miro y me da risa porque anda despacito para no caerse o pisarme. Me hace gracia como protesta, pero en el fondo le gusta.  Qué voy a hacer, ella es mi madre y me encanta tenerla cerca. Por eso me enfado cuando no me hace caso, porque  siempre necesito mimos.
Bueno,  no os he dicho que os escribo desde un balneario donde hemos venido a reposar. Las dos estábamos muy agotadas de ir y venir, claro, yo siempre  metida en una bolsa  mientras vamos en  las casas voladoras. Aunque si no voy en la bolsa es peor, porque significa que me quedo sola en casa.
La verdad es que hemos tenido mucho trabajo y mucho estrés, como dicen aquí en el balneario, hasta decir adiós a  Marruecos  y  dejar nuestra casa. Por eso estamos en este  sitio estupendo para  descansar y  cuidarnos. Tenemos un masajista guapísimo que se llama Jaime, que es el que nos ha hecho la fotografía y nos ha prometido que de este lugar saldremos relajadas y guapas.  Yo no sé como saldré, porque según lo que dice la gente, ya lo soy.
Os mando una fotografía desde la sala de masaje, donde nos han hecho una limpieza de piel y pelo.
Cuando todo termine, como hasta el mes de septiembre vamos a quedarnos aquí, haremos esa fiesta para celebrar nuestro adiós a Marrakech y mi cumpleaños.
Muchos, muchos besitos a todos. Os quiero."

Hermy







                        Una maravilla para cualquier estación del año